Los materiales y acabados finales son igual de relevantes a la hora de diseñar un espacio singular, característico y reconocible al que llamar hogar. Más allá de lo estético, usando materiales naturales como piedras, maderas o mármol y otros como el cemento desnudo estamos creando atmósferas que no solo seducen a través de la vista, sino que también proporcionan una experiencia sensorial única.

Por ejemplo, en algunas de nuestras villas el mármol contiene fragmentos de coral, que bajo nuestros pies desnudos nos regala el contraste de lo rugoso con lo suave. Es una forma de caminar sobre el océano y disponer en nuestro hogar de un pedazo irrepetible de la historia natural de nuestro planeta.

Pero en nuestro diseño también apelamos al poderoso sentido del olfato: determinados piedras o maderas en contacto con la lluvia desprenden aromas terrosos, otros frescos, siempre agradables, que evocan sensaciones naturales y nos trasladan de forma inconsciente, al confort y a la seguridad de nuestro refugio.

Y es que un hogar es mucho más que una sucesión de volúmenes, es el lugar donde construimos nuestros recuerdos más íntimos y al que estamos conectados a través de nuestros cinco sentidos. Y en Flow81 los tenemos todos en cuenta.